Infusiones y otros remedios naturales para los pulmones
Los pulmones son órganos importantes del cuerpo, ya que éstos se encargan de procesar el aire que respiramos.
En ocasiones, este órgano puede presentar trastornos como bronquitis, asma, fiebre del heno que pueden repercutir en su correcto funcionamiento.
Existen plantas como la perpetua, gordolobo y lavanda que, en la medicina natural, son empleadas con el fin de combatir estas dolencias y, a la vez, fortalecer los pulmones. A continuación recetas de infusiones con estas plantas para los pulmones.
Infusiones medicinales para los pulmones
Hervir 2 cucharadas de perpetua con tomillo, manzanilla y ortiga a partes iguales, en medio litro de agua durante un minuto. Dejar reposar durante 10 minutos, colar y tomar una taza de esta infusión caliente 2 veces al día para aliviar la congestión pulmonar y la tos.
Mezclar llantén, tusílago, tomillo, hinojo y melisa en un recipiente. Extraer 2 cucharadas de esta mezcla y verter en 250 ml de agua que esté hirviendo. Dejar reposar durante diez minutos, colar y endulzar con un poco de miel. Beber tres tazas a lo largo del día. Esta infusión es conveniente para tratar la fiebre del heno.
Hervir 30 g de raíz de regaliz troceada en un litro de agua durante unos 5 minutos. Filtrar y conservar en una botella de color oscuro. Tomar una cucharadita de esta decocción tres veces al día durante aproximadamente 6 días Este remedio resulta ideal para la tos provocada por el asma.
Verter 2 cucharadas de rooibos en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Tomar 3 tazas al día para aliviar la tos.
Otros remedios naturales para los pulmones
Agregar 15 gotas de aceite esencial de eucalipto o una decocción de las hojas secas en una taza de agua hirviendo. Cubrir la cabeza con una toalla e inhalar el vapor. Realizar esta operación una vez al día, hasta que desaparezcan los síntomas de dificultad respiratoria.
Colocar 2 cucharadas de perpetua en 250 mi de agua. Respirar el vapor mientras se hierve la infusión o efectuar unos vahos fuera del fuego, cubriendo la cabeza con una toalla. Realizar los vahos una o dos veces al día. Esta infusión resulta ideal para la fiebre del heno.
Hervir 1 cucharada de flores perpetua en un vaso de agua durante un minuto. Dejar reposar durante 5 y colar. Empapar una gasa con esta preparación y hacer diez presiones en un ojo y luego, con otra gasa, en el otro. Este remedio resulta conveniente para los ojos irritados.