La albahaca (Ocymum basilicum) es una planta, perteneciente a la familia de las labiadas, originaria de Asia, se ha adaptado fácilmente al clima mediterráneo, haciéndonos olvidar que se trataba de una especie autóctona.
Su delgada raíz ramificada produce tallos tupidos que alcanzan entre 1 y 2 pies (30 a 60 cm) de altura, con hojas de un matiz púrpura y flores de dos pétalos, de colores que van desde el blanco hasta el rojo, en ocasiones también con un tinte púrpura.
Muy apreciada por los antiguos romanos, que le dieron el nombre de basilicum, o sea, «hierba real», florece en primavera y en verano, y de ella se utilizan las hojas y las flores.
La albahaca se cultiva fácilmente en macetas (que en la antigüedad eran llamadas «albahaqueras»); requiere agua limpia y mucho sol, pero no directo. Es importante observar que existen muchas variedades que tienen sabores un poco diferentes.
Propiedades curativas de la albahaca
Contiene una esencia rica en estragol, eugenol, cineol, linalol, tanino y saponina. Por ello, se puede considerar que la albahaca tiene propiedades digestiva, carminativa, antiespasmódica y sedante.
Se la puede emplear en los trastornos estomacales (gases, dispepsias), sobre todo en los de origen nervioso; los niños que tienen sueños agitados y las personas nerviosas, víctimas de vértigos, cólicos, migrañas de origen nervioso o gástrico, se verán beneficiados por su uso. Es indicada también en casos de estrés provocado por un exceso de trabajo intelectual y para calmar la tos espasmódica (tipo tosferina).
Además de ser un tónico nervioso, tiene también una acción tónica sobre las glándulas suprarrenales.
Los pacientes aquejados de fiebre pueden cubrirse la cabeza con una sábana e inhalar los vapores del té de albahaca caliente.
El té frío es bueno para toda clase de problemas en los ojos, tanto como enjuague como bebida.
La albahaca es también galactogoga (o sea, estimula la producción de leche), es emenagoga y cura las aftas bucales.
Su uso externo aleja los insectos.
No hay que olvidar su preciosa contribución al arte culinario, donde se emplea para enriquecer con su aromático gusto los platos más comunes (sopas, pastas, ensaladas).
Infusión con albahaca
Infusión de albahaca para el colesterol Verter 1 cucharadita de hojas de albahaca por taza de agua que esté hirviendo. Tomar 3 tazas al día, después de las comidas.
Infusión de albahaca para las aftas bucales Hervir 1 litro de agua y añada 15 semillas de albahaca. Tape el recipiente y baje el fuego, dejando cocer las semillas a fuego lento por aproximadamente 45 minutos. Retire del fuego, agregue 1 ½ puñado de albahaca fresca o seca y deje en remojo durante otros 25 minutos. Tome o haga gárgaras usando un promedio de 2 tazas de té al día, por tanto tiempo como sea necesario.
Infusión de albahaca para estimular la producción de leche Manojo pequeño de planta por litro de agua. 2 tazas al día.
Infusión de albahaca para adelgazar Hervir 3 ½ tazas de agua; retire del fuego y añada 1 ¼ cucharadita rasa de albahaca en polvo. Tape y deje en remojo por media hora. y tome alrededor de 1 taza 2 veces al día.
Infusión de albahaca para el dolor de cabeza Combine 2 cucharaditas de albahaca (fresca), 1/2 cucharadita de manzanilla (fresca) y 2 cucharaditas de hierba limón, limoncillo o zácate de limón (fresco). Si usa hierbas secas, simplemente reduzca a la mitad las medidas (5 minutos) Agregue agua hirviendo a las hierbas. Dejar en infusión. (15 minutos). Puede beber a temperatura ambiente oa temperatura ambiente para obtener mejores resultados. Beba en porciones de ¼ de taza hasta tres tazas por día para aliviar los dolores de cabeza.
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Esencia de albahaca:
2-5 gotas tres veces por día. Se puede emplear en uso interno y también aplicada localmente sobre picaduras de insectos.
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Cómo cultivar albahaca
Originaria de regiones tropicales, la albahaca crece mejor en climas soleados y cálidos con aproximadamente 6-8 horas de luz solar por día. Bajo tales condiciones ideales, algunos cultivares de albahaca pueden comportarse como plantas perennes, aunque cualquier exposición a las heladas o las duras temperaturas harán que se comporte como una anual.
Directrices de cultivo
La temperatura ideal para la germinación es de 68 ° F (20 ° C), mientras que las temperaturas de crecimiento pueden oscilar entre 45 ° y 8 ° F (7 – 27 ° C).
La albahaca es susceptible a las heladas y las bajas temperaturas, por lo que es importante que esté expuesta a la luz solar plena para poder prosperar.
Es importante regar la albahaca con regularidad, ya que no tolera muy bien las condiciones de sequía.
La albahaca requiere suelos bien drenados y fértiles para crecer.
Debido a que la albahaca tiene raíces profundas y es vulnerable a malezas invasoras, se recomienda aplicar mulching al suelo que la rodea.
Las semillas de albahaca se deben sembrar a una distancia de 15 a 30 cm.
La albahaca es vulnerable a las babosas, escarabajos, minadores de hojas, orugas y saltamontes, por lo que se recomienda un control menor de las plagas para mantener esta hierba saludable.
La albahaca es vulnerable a ciertas especies de hongos, incluyendo Rhizoctonia solani, Pythium spp. y Phytophthora spp.
La información detallada sobre el cultivo de albahaca se puede encontrar en la sección de jardín de hierbas.
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