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En la India el comino se llama Agági, que quiere decir cuerno de cabra o de cabrito, puesto que se quería ver esta forma en la planta, una denominación que también se utilizaba en el Mediterráneo.

Los parecidos físicos de la planta con los cuernos son muy dudosos, hace falta mucha imaginación para verlos, pero a partir de estas supersticiones se elaboraban complejas teorías sobre el uso medicinal de las plantas (siguiendo la teoría de las signaturas de Pitágoras la cual nos indica que las plantas llevan escritas en su forma la utilidad que les pueden dar al hombre).

De la etimología griega de la planta, se ha querido deducir que era una planta adecuada para facilitar la concepción en las mujeres. Sin embargo, si nos remitimos a los escritos de Plutarco, entre los griegos el obsequio de comino y sal era un símbolo de amistad, mientras que en los países eslavos era el pan y la sal.

Hay que tener en cuenta que el pan de los eslavos estaba protegido de los demonios del bosque, porque antes de meterlo al horno se le añadía (y aún se le añade) comino.

El comino ya aparece citado en las Sagradas Escrituras (Isaías XXVIII, 25-27: Mateo XXIII, 23), y nos da a conocer que era un producto conocido en la Palestina precristiana.

Dioscórides distingue un comino hortense y otro salvaje, y escribe del primero de ellos: “El Comino hortense es suave al gusto, empero mucho mas aquel de Ethiopia, llamado Real de Hippocrates. Dase con agua & vinagre á.. .á los que no pueden ressollar sino estando derechos. Amassado con uvas passas, y con harina de havas á#á con ceroto, se aplica utilmente a los compañones apostemados. Reprime la demasiada purgation mugeril, y la effusion de sangre por las narizes, si majado con vinagre se aplica. Ansi bevido como aplicado, muda el color natural del cuerpo, y le torna mas amarillo”.

El comino está presente en la mayoría de los hogares y es una de las especias más usadas del mundo gracias a su versatilidad. Aunque una vez molido exhala un olor bastante acre, su aroma se suaviza al cocinarlo.

Empléalo en guisos, platos horneados y cualquier receta de cocción prolongada que requiera líquido. Combina bien con otras especias de sabores intensos, especialmente con el polvo de chile, y es útil a la hora de rectificar errores culinarios: cuando un plato te haya salido demasiado fuerte o con un aroma no deseado, añadir una pizca de comino te ayudará a equilibrar el sabor.

Propiedades curativas

El comino contiene aceite esencial (aldehido y alcohol cúmicos, p-eymol, terpineol, y alfa y beta Pineno), y glucósidos en gran parte responsables de su actividad anties-pasmódica.

A nivel digestivo: Es estomacal, antiespasmódico, carminativo y discretamente sedante; con efectos muy parecidos a los del hinojo, el anís o la alcaravea, si bien discretamente menos efectivo que estos. El efecto carminativo (antiflatulento) es común a gran parte de plantas de la familia de las umbelíferas.

A nivel del sistema nervioso: Tiene efecto sedante, especialmente observable si se utiliza su aceite esencial, el cual provoca relajación muscular, y un efecto analgésico y soporífero.

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Es por ello que esta planta se recomienda en la indigestión de origen nervioso, cólicos intestinales, diarrea y flatulencia.

Infusiones medicinales

El comino es una reputada especia, y se añade a repostería y también a platos salados, especialmente a los que pueden producir más gases.

Infusión de semillas de comino para la flatulencia: Verter 10-20 gramos de semillas recientemente molidas en un litro de agua y hervir por 10  minutos.  Dejar refrescar y colar,  Beber de 3 a 4 tazas diarias.

Infusión de comino en polvo para facilitar la digestión:  Verter en una taza de agua que esté hirviendo 1/2 cucharadita y dejar refrescar.  Tomar 10 minutos después de una comida copiosa.

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