Infusiones con pulmonaría para resfriado, bronquitis, tos y más
Esta planta vivaz se encuentra en los bosques cadu-cifolios o mixtos, así como en los matorrales; mide de 10 a 30 cm de altura.
A primera vista se percibe que está cubierta de pelos ásperos. Las hojas radicales, que suelen presentar manchas blancas, aparecen al mismo tiempo que las flores, tienen largos pecíolos y son ovadas, con base cordiforme. Las hojas caulinares son ovadas o lanceoladas, casi sésiles, y están cubiertas de pelos glandulares por el haz.
El tallo es erguido y sostiene tres cimas escorpiónidas, de color púrpura al principio, y luego azul violáceo.
El cáliz, dividido en dos partes, mide hasta 8 mm de longitud, llegando a 12 mm cuando está en fruto. Los cinco estambres tienen unos filamentos más cortos que el tubo de la corola. La polinización es llevada a cabo por los insectos, siendo también factible la auto-polinización. Los aquenios maduros son pardos o casi negros.
Esta especie crece desde Holanda y el sur de Suecia hasta el norte de Italia y Bulgaria.
A veces es difícil distinguirla de P. obscura, a menudo considerada como una especie menor de P. officinalis. P. obscura se diferencia porque sus hojas estivales son más estrechas, las manchas de las hojas (cuando las tiene) suelen ser de color verde claro, y habitualmente carece de pelos glandulares; además, las hojas otoñales no suelen ser persistentes.
Propiedades curativas
Toda la planta contiene mucílago, saponina, aceite esencial, alantoína, glucósidos (quercitina), sales minerales, toninos, azúcar invertido, ácido silícico y vitamina C. También lleva alcaloides pirrolizidínicos, en menor cantidad.
Se utilizan las hojas de la pulmonaria, especialmente las básales, en decocción, tintura o jarabe para la tos.
Es una planta utilizada tradicionalmente como remedio pectoral y pulmonar, incluyendo la tuberculosis, bronquitis, neumonía, entre otros.
Es, además, algo diaforética (estimula la sudoración). Por ello, es muy empleada en remedios para bajar la fiebre
A continuación se detallan varias recetas de infusiones con pulmonaria.
Infusiones medicinales
Infusión con pulmonaria para resfriado, afecciones de las vías respiratorias y afecciones pulmonares Cocer durante 5 minutos en 1 litro de agua 35 g de hojas frescas cortadas en trozos. Dejar reposar durante 10 minutos y colar. Agregar 100 g de miel de brezo. Tomar todo el líquido en un día repartido en 3 o 4 tomas. La primera se toma por la noche, al acostarse, la segunda en ayunas, la tercera al mediodía y la cuarta por la tarde. Se suele calentar el líquido antes de tomarlo. Se debe seguir tomando el preparado durante unos días y en poco tiempo desaparecen bastante las molestias.
Infusión con pulmonaria para irritación de garganta, tos o bronquitis Poner en infusión 50 g de las sumidades floridas frescas en medio litro de agua. Dejar reposar durante toda la noche (8 horas) y filtrar. Agregar 500 g de miel de brezo. Calentar un poco y, una vez diluida la miel, tomar en ayunas un vaso caliente de 100 cm3, otro al mediodía, otro por la tarde y otro al acostarse. Se sigue tomando durante varios días. Además de curar el resfriado y otras afecciones de las vías respiratorias, estimula el organismo.
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Infusión con pulmonaria para heridas (llagas y úlceras en la boca) Cocer durante 5 minutos 100 g de la planta entera fresca troceada en 1 litro de agua. Dejar reposar durante 15 minutos y colar. Aplicar en la zona afectada.
Infusión con pulmonaria para hemorroides Se efectúan lavados y se aplican compresas pequeñas humedecidas en el líquido sobre el orificio del ano. Se repite la aplicación 3 o 4 veces al día. Para las heridas se hacen también lavados y después se aplica una compresa humedecida en el líquido. Repetir la operación 2 o 3 veces al día.
Contraindicaciones
Su contenido en alcaloides pirrolizidínicos (eventualmente hepato-tóxicos) hacen que no sea aconsejable su uso a largo plazo o en paciente con problemas en el hígado.
Está contraindicado en caso de embarazo y también en los niños.
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