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Infusiones para la rosácea

31 de Marzo de 2017 |

La rosácea produce enrojecimiento e inflamación de la piel, además de pústulas y pápulas. Las áreas de la cara, como la nariz, las mejillas, la frente y la barbilla, son los lugares principalmente afectados, aunque algunas personas pueden presentar síntomas en el cuello, la espalda, el cuero cabelludo, los brazos y las piernas.

La similitud de aspecto entre la rosácea y el acné ha hecho que durante mucho tiempo algunas personas hayan confundido erróneamente una enfermedad con la otra.

Al igual que en el acné, la piel puede tener pápulas y pústulas. Sin embargo, a diferencia de éste, las personas con rosácea no tienen barrillos.

La rosácea puede deberse a factores como una deficiencia de vitaminas del complejo B o de ácido clorhídrico en el estómago. Algunos investigadores sospechan que una levadura podría causarla.

En las etapas precoces de la enfermedad, los pacientes suelen presentar episodios repetidos de congestión; posteriormente, algunas zonas de la cara están persistentemente rojas y con telangiectasias, además de mostrar pápulas y pústulas inflamadas, que aparecen sobre la nariz y las mejillas. La piel puede adquirir la textura de una piel de naranja.

Muy tarde en la evolución de la enfermedad, algunos pacientes con rosácea desarrollan rinofima, que puede hacer que la nariz tenga un aspecto enrojecido y bulboso. El rinofima afecta tres veces más a hombres que a mujeres.

Más de la mitad de los pacientes con rosácea presentan síntomas relacionados con los ojos. La rosácea ocular, como se denomina, precede frecuentemente a otras manifestaciones de la piel Pueden aparecer telangiectasias en el borde de la piel de los párpados, que pueden estar inflamados de forma crónica, y producirse pequeños abultamientos denominados chalazión. La córnea (la cobertura transparente situada por delante del cristalino) también puede verse afectada, y en algunos casos hay una disminución de la visión. Sin embargo, la mayor parte de estos síntomas oculares no son peligrosos.

Infusiones medicinales

Infusión para la rosácea #1: Hervir una taza de agua y añadir una cucharadita de semillas de fenogreco. Dejar que se refresque durante 10 minutos. Tomar esta infusión regularmente durante 15-20 días. Es un tratamiento natural muy efectivo para la rosácea.

Infusión para la rosácea #2: Verter 1 cucharada de raíz de jengibre, previamente lavada y picada, a un taza de agua y hervir por 5 minutos. Dejar refrescar. Colar y tomar una vez al día

Infusión para la rosácea #3: Tomar 2 cucharadas de polvo de cúrcuma. Mezclar con 4 cucharadas de cilantro en polvo y 1-2 cucharadas de leche fresca. Aplicar esto en su cara y dejar que se seque. Lavar después de 20 minutos con el agua tibia. Esta pasta tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias, lo que ayuda a lidiar con el problema de la rosácea rápidamente. Nota: No lave su cara con jabón después de la aplicación de la cúrcuma, ya que podría convertir la piel oscura.

Infusión para la rosácea #4: Remojar algunas bolsas de té de manzanilla en agua durante 10-15 minutos y luego, colar la solución. Mantener este agua en el refrigerador durante 30 minutos. Luego, sumergir un bastoncillo de algodón o una toallita limpia en esta solución y poner en el área afectada durante 15 minutos. Este remedio debe repetirse 3-4 veces al día hasta que sienta mejoría.

Infusión para la rosácea #5: Colocar una taza de té verde en el refrigerador por 30 minutos. Sumerja un hisopo de algodón o una toallita limpia y aplíquelo en el área afectada. Manténgalo durante 5 minutos y luego repita el proceso. Haga esto 3-4 veces al día.

Conoce remedios para la rosácea que son caseros y naturales

Recomendaciones

Identificar los desencadenantes alimentarios Algunos alimentos pueden desencadenar brotes de rosácea. Aunque los desencadenantes individuales varían, hay algunos alimentos que pueden agravar de forma general la rosácea: especias fuertes (pimienta y pimienta de Cayena), carne adobada, salsa de soja, vainilla, vinagre, lima, quesos fuertes, sidra, comidas chinas, conservas de pescado, carne de ternera y cerdo procesada, chocolate, tomates, frutos cítricos, alcohol y bebidas calientes.

Nitritos, sulfitos y algunos fármacos también pueden desencadenar brotes. Las alergias alimentarias pueden causar rosácea. Los tres elementos que habitualmente causan alergias alimentarias son los productos derivados del trigo, azúcar y derivados lácteos.

Los pacientes con rosácea deben seguir un dia no alimentario para identificar los alimentos específicos que desencadenan brotes de la enfermedad. Éstos pueden producirse al cabo de horas o incluso algún día después def consumo del alimento. El paciente debe dejar de comer este alimento sospechoso durante algunos meses para observar la evolución de los síntomas de rosácea. Si ésta mejora, puede comer una pequeña cantidad del alimento implicado para confirmar si desencadena o no un brote. Cuando se identifica el alimento desencadenante de la rosácea, debe eliminarse de la dieta.

Utilizar jabones y limpiadores suaves. Hay que evitar cualquier producto que irrite la piel como medida preventiva en las personas con rosácea, así como los astringentes y el alcohol.