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La infertilidad se define como la imposibilidad de una pareja para concebir y dar lugar a un embarazo después de haberlo intentado durante el menos un año completo.

En la infertilidad primaria, el embarazo nunca se produce, mientras que en la secundaria uno o los dos miembros de la pareja han concebido previamente, pero son incapaces de concebir de nuevo después de haberlo intentado.

Esta condición afecta a un 20% de las parejas y ha aumentado considerablemente en los últimos años. Requiere la valoración cuidadosa de los dos individuos, además de sus interacciones.

En aproximadamente el 3 a 4% de los casos, no se encuentra la causa. Cerca del 40% de las veces se debe a un problema del hombre, el mismo porcentaje a un problema en la mujer y en el 20% restante existen problemas de infertilidad conjuntos.

La edad en la mujer es un factor que puede favorecer la infertilidad, pero también hay otros como: alteraciones de la ovulación; alteraciones del esperma del hombre; envejecimiento; enfermedades de transmisión sexual; otras infecciones del aparato reproductivo; alteraciones genéticas; ciertas enfermedades crónicas, como la diabetes o la enfermedad de Hodgkin; trastornos de los órganos del aparato reproductivo; fumar, tomar bebidas alcohólicas y usar drogas; exposición a la radiación y a ciertos químicos, como los pesticidas; tratamiento del cáncer. Con frecuencia, las parejas tienen más de una causa de infertilidad.

Existen muchas plantas medicinales cuya infusión se han considerado útiles para aumentar la fertilidad y, a continuación, se presentan: 

Infusiones medicinales

Infusión para la fertilidad con sauzgatillo. Verter 1 cucharada de hojas de sauzgatillo en una taza de agua que esté hirviendo.  Tapar y dejar refrescar.  Colar y tomar 2 o t3 tazas al día. Esta planta es útil porque destaca por su poder como regulador hormonal. Contribuye a estabilizar la producción de progesterona y de estrógenos por parte de los ovarios durante el ciclo menstrual. Por tanto está recomendado para una amplia gama de problemas ginecológicos como periodos dolorosos o para restablecer el equilibrio hormonal tras haber tomado la pildora anticonceptiva.

Infusión para la fetilidad con dong quai o angélica sinensis. Hervir 1 taza de agua que contenga 1 cucharada de dong quai por 5 minutos.  Tapar y dejar refrescar.  Tomar 2 tazas al día.  Se trata de una planta de origen oriental que ayuda a fortalecer el útero y aumenta el flujo sanguíneo hacia los órganos reproductivos.   Igualmente ayuda para regular los ciclos menstruales.

Infusión para la fertilidad con ñame silvestre. Hervir un pedazo de ñame, previamente lavado y picado, en una taza de agua.  Tapar y dejar refrescar.  Tomar hasta 3 tazas al día.  Se puede consumir también en forma de sopa. Es efectivo para estimular la fecundidad, así como contra el dolor en el parto y los calambres musculares.

Infusión para la fertilidad con salvia   Hervir por 5 minutos una taza de agua que contenga 2 cucharaditas de hojas de salvia.  Pasado ese tiempo, retirar del fuego y dejar refrescar.  Colocar y tomar 2 veces al día.  Esta infusión es muy útil como estimulante hormonal y también como regulador del flujo menstrual para mujeres jóvenes afectadas por reglas irregulares, dolorosas o escasas.

Infusión para la fertilidad con regaliz  Lavar y picar un pedazo de raíz de regaliz y verter en una taza de agua que esté hirviendo.  Tapar y dejar refrescar.  Tomar una taza para mejorar los niveles de estrógenos y testosterona.  Esta infusión no se recomienda si se sufre de presión arterial alta.

Otro remedio para la fertilidad que se puede utilizar es el onagra.  Esta panta destaca también como reguladora hormonal.  Se toma el aceite de su càpsula.

Recomendaciones

Seguir una dieta sana, sin excesos, en la que no falten los ácidos grasos esenciales (pescado azul, aceite de oliva, frutos secos, aguacate), imprescindibles para garantizar un buen funcionamiento hormonal.

Asegurarse un buen aporte de ácido fólico o vitamina B9, pues es especialmente importante para prevenir malformaciones del cerebro y la médula espinal del feto

Evitar el cosumo de bebidas alcohólicas: Un estudio llevado a cabo en Dinamarca que incluía a 430 parejas que trataban de concebir a su primer hijo demostró que las probabilidades de que una mujer se quede embarazada disminuyen a medida que ésta aumenta su ingesta de alcohol. De hecho, las mujeres que consumen menos de cinco vasos por semana tienen el doble de probabilidades de quedarse embarazadas que aquellas que consumen diez bebidas con alcohol a la semana. Numerosos estudios también han demostrado que los hombres que ingieren cerveza, vinos o licores fuertes cada día poseen menores niveles de testosterona y de esperma.

Evitar la cafeína: contrae los vasos sanguíneos, lo cual reduce el flujo sanguíneo que se dirige al útero y dificulta la fertilización de los óvulos y la implantación de los mismos en las paredes uterinas. Un estudio científico también ha descubierto que la cafeína afecta a la fertilidad masculina, ya que causa daños en el ADN de los espermatozoides.

Evitar el consumo excesivo de hidratos de carbono refinados: la pasta y el pan de harina blanca y el arroz, si se consumen en exceso, pueden afectar a la fertilidad, sobre todo en caso de sufrir el síndrome de ovario poliquístico (quistes en el ovario), que aumenta los niveles de insulina, y ésta todavía aumentará más si se consumen hidratos de carbono refinados, lo que producirá ciclos irregulares. Esto se debe a que durante el proceso de refinado numerosos nutrientes clave son eliminados del grano, muchos de los cuales ayudarían a mejorar la fertilidad, como por ejemplo: minerales, vitaminas del complejo B y antioxidantes.

Dejar de fumar, pues el tabaco interfiere con la fertilidad y puede llegar a adelantar la menopausia

Hacer ejercicio suave y regular.

Consumir suplementos dietéticos que pueden aumentar la fertilidad como vitamina E, vitamina C, ácido fólico, zinc, selenio y betacarotenos.

Utilizar  tratamientos alternativos para aumentar la infertilidad como reducción del estrés, terapia conductual cognitiva, visualización, homeopatía, reflexología, aceites esenciales y acupuntura.

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