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La angélica alcanza entre 1,2 y 2,4 metros de altura y crece en suelos fértiles y húmedos a pleno sol. Tiene los tallos huecos, hojas grandes de un verde pálido y umbelas globulares de flores amarillentas, a las que suceden semillas planas.

En agosto se plantan las semillas maduras, o se reproduce por división de las raíces. Para recolectar las raíces, arránquelas en el otoño del primer año, lávelas, séquelas y guárdelas en tarros herméticos. Las hojas y los tallos se recolectan en junio.

Los corimbos se recogen a finales de verano y se cuelgan cabeza abajo sobre paños de cocina en un lugar cálido y seco. Las semillas tienen que estar bien secas para guardarlas en tarros herméticos.

La angélica no sólo es utiizado en remedios naturales sino también en el mundo gastronómico.  En este sentido, se utilizan los tallos jóvenes se pueden caramelizar con azúcar. Las semillas y las raíces se emplean para la elaboración de licores, como el Benedictine.

Propiedades curativas de la angélica

La angélica ha sido venerada desde la Antigüedad por combatir las infecciones y purificar la sangre. La sabiduría popular la relacionaba con los arcángeles Miguel y Gabriel.

Durante la epidemia de peste bubónica del siglo XIV, la gente masticaba las raíces de esta planta para protegerse de la infección. Además, en la fitoterapia tradicional se prescribe como remedio depurativo y desintoxicante.

Tanto las raíces.y las semillas contienen aceite esencial, glucósidos, ácidos orgánicos, amargos, taninos y azúcares. Así pues, la planta es tónico-digestiva, antiespasmódica y expectorante.

Es muy útil contra los vómitos espasmódicos, los vértigos y las jaquecas. Fortalece las mucosas de los bronquios y los pulmones, mejora la elasticidad de los músculos y es buena para el corazón.

Igualmente, la angélica es muy recomendable para estudiantes en épocas de exámenes (mucho mejor que los complejos vitamínicos de venta en farmacias), para los deportistas o para todo tipo de personas que se encuentren sometidas a una gran presión.

Infusiones medicinales con la angélica

Infusión con angélica para combatir la tos y los catarros. Cortar un pequeña raíz fresca o seca de angélica y hervir durante 5 minuto en una taza de agua.  Tapar y dejar refrescar. Tomar 1 taza de esta infusión de 1 a 2 veces diarias. 

Conoce más remedios para la tos

Infusión con angélica para el síndrome premenstrual  Verter 1 cucharada de raíz de angélica en polvo en 1 taza de agua que esté hirviendo. Tapar  dejar refrescar por unos minutos.  Tomar esta infusión a diario 10 días antes de la menstruación para aminorar las molestias.

Infusión con angélica para los dolores reumáticos (uso externo).  Hervir durante 10 minutos 2 tazas de raíz fresca o seca de angélica en 1 litro de agua.  Tapar y dejar refrescar.  Cuando aún esté tibio, verter en al agua de la tina de baño.  Permanecer en el baño por 15 minutos.

Infusión de angélica para la jaqueca: Hervir 30 gramos de raíces ralladas de angélica en un litro de agua por 10 minutos.  Tomar 1 taza tan pronto se sienta el malestar.

Remedio digestivo con angélica Tomar una copa de vino de angélica (50 gramos de raíces y hojas trituradas, maceradas durante dos días en vino tinto) antes de la comida.

Precauciones

Puede provocar sensibilidad cutánea a los rayos UVA, por lo que hay que evitar la exposición prolongada a la luz solar cuando se consume con fines terapéuticos.

No se recomienda durante el embarazo (puede causar contracciones uterinas).

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