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El neem o nim es un gran árbol perenne (Azadirachta indica). Crece de forma natural en India y Sri Lan-ka y se ha trasplantado con éxito a otras regiones, como África occidental, Indonesia y Australia.

El árbol tiene unas pequeñas flores blancas que producen un fruto suave de color amarillo verdoso. Todas las partes del árbol se utilizan con fines medicinales. Se han identificado más de 100 sustancias farmacológicamente activas en la planta, que tienen muchas aplicaciones tradicionales.

Propiedades curativas

La amplia variedad de beneficios del neem incluyen su uso en el tratamiento de la fiebre, la enfermedad gastrointestinal, los trastornos dermatológicos (cutáneos), la disfunción inmunitaria, la enfermedad respiratoria, los parásitos, los trastornos inflamatorios y las infecciones por algunas bacterias, hongos y virus. Se ha demostrado que algunos componentes tienen propiedades antipaluicas.

Las semillas contienen una sustancia insecticida aprobada para cosechas de plantas que no sean alimentarias.

Algunas enfermedades víricas se han tratado con los componentes del neem. Puede inhibir la multiplicación de los virus y evitar que entren en las células y las infecten. Algunas de las enfermedades que responden son resfriados, gripe y trastornos causados por el virus del herpes, como varicela y herpes simple.

El neem es un tratamiento adecuado para numerosos trastornos dermatológicos. Su actividad antiinflamatoria y de alivio del dolor lo convierten en potencialmente útil frente a la psoriasis, el eccema, el acné, la dermatitis y diversas alteraciones producidas por hongos.

El aceite de semillas y el extracto acuoso de las hojas se han usado en la tina crural, otra infección micótica. El aceite y el extracto de hoja se pueden aplicar externamente en forma de lociones y jabones. Las preparaciones de las hojas también se administran por vía oral por sus propiedades de desintoxicación. Se pueden hacer emplastos con las hojas, que tienen propiedades antisépticas y astringentes, para tratar heridas y forúnculos.

Tanto los parásitos internos como los externos pueden ser sensibles a los efectos del neem. Los parásitos externos, como piojos y ácaros, a menudo son tratados en India con extractos acuosos de sus hojas. En forma de infusión, se puede utilizar contra los parásitos internos, como las lombrices intestinales. Quizá una de las aplicaciones más interesantes del neem es la prevención y tratamiento del paludismo.

Se cree que los extractos de hojas tienen la misma efectividad que la quinina y la cloroquina, los medicamentos que se utilizan de forma convencional. Algunos estudios demuestran que determinadas cepas de parásito del paludismo resistentes a la cloroquina son sensibles al neem, especialmente a un compuesto denominado indina A.

La medida preventiva recomendada es masticar y consumir las hojas cada día.

La tradición ayurvédica considera que la corteza de neem mejora la resistencia a la enfermedad. De hecho, parece que algunos hidratos de carbono contenidos en ella estimulan la producción de anticuerpos. Se recomienda un uso cíclico del neem para reforzar el sistema inmunitario con el fin de disminuir la incidencia de infecciones, especialmente en personas con trastornos que comprometen el sistema inmunitario.

Algunos estudios han demostrado que el neem disminuye las cifras de azúcar en la sangre. Se ha usado de forma tradicional en medicina india para la diabetes, y los estudios en animales confirman esta indicación. El neem es una medicina aprobada para el tratamiento de la diabetes en India. Algunas formas del suplemento, como los extractos de hoja y las infusiones, han mostrado efectos beneficiosos para reducir el azúcar en la sangre.

Existen varios componentes del neem que pueden hacerlo valioso para el tratamiento de la artrosis y la artritis reumatoide. Es un antiinflamatorio demostrado, que disminuye la histamina y otros mediadores de la inflamación en el organismo. Algunos de los productos químicos importantes contenidos en el neem que pueden contribuir a su efecto son nimbidina, limonoides y catequina. El aceite de neem caliente también es muy recomendable para uso externo con el fin de reducir el dolor y la inflamación en las articulaciones afectadas.

El neem tiene propiedades espermicidas demostradas cuando se utiliza intravaginalmente y, a veces, se emplea como contraceptivo. También está siendo estudiado como medida de control de la natalidad para su uso en hombres.

Otras indicaciones son muy amplias: presión sanguínea elevada, colesterol alto, arritmia cardíaca, trastornos renales, indigestión, ansiedad y epilepsia, entre otras.

Infusiones medicinales

Infusión con neem para la hemoroides: Hervir 2 cucharadas de corteza de neem en medio litro de agua por 10 minutos.  Dejar refrescar y colar.  Lavar el área con esta preparación o aplicar frío, mediante un paño, en la zona afectada.

Infusión con neem para la gingivitis  Verter 1 cucharada de hojas frescas de neem en una taza de agua y hervir por 5 minutos.  Colar y hacer gárgaras con esta infusión a lo largo del día.

Infusión con neem para el pie de atleta. Hervir un puñado de hojas fresca del neem en un litro de agua por 10 minutos.  Dejar refrescar y colar. Colocar la infusión en un recipiente ancho e introducir el pie que tiene el hongo.  Se puede añadir 1 cucharadita de sal.  Dejar por unos minutos.  También se puede colocar aceite de neem en la zona afectada.

Otros remedios

Remedio con neem para la diabetes:  Consumir 12 hojas de neem, previamente lavadas, al día.

Remedio con neem para los piojos: Mezclar 1/2 cucharada de aceite de oliva y 1/2 de aceite de neem y aplicar por todo el cabello, colocar un gorro plástico y dejar puesto por 5 horas.  Lavar el cabello con el champú acostumbrano y pasar un peine delgado para eliminar las liandres.

Remedio con neem para el acné: Mezclar una cucharadita de cúrcuma en polvo y aceite de neem hasta formar una pasta.  Colocar en las espinillas y barros de acné y dejar secar.  Retirar con agua tibia.

Precauciones

Debido a la falta de suficientes datos procedentes de estudios de investigación y a su posible toxicidad, no es recomendable en niños y mujeres embarazadas o que dan el pecho. Las personas con afección de la función hepática o renal deben emplear el neem con precaución. Dosis elevadas de las semillas o sus componentes pueden ser tóxicas.

No existen interacciones importantes entre el neem y otros suplementos o medicamentos.

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