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Infusiones para la enfermedad de crohn

27 de Mayo de 2017 |

La enfermedad de Crohn se caracteriza por la aparición de úlceras en la pared intestinal que ocupan todo el espesor de ésta, llegando incluso a perforarla, junto con la inflamación de la zona perjudicada.

Puede afectar a cualquier tramo del tubo digestivo aunque se localiza principalmente en la porción final del intestino delgado (íleon terminal), intestino grueso y en la región perianal. La afectación suele ser segmentaria, es decir, se alternan regiones intestinales afectas con otras sanas.

La enfermedad de Crohn puede manifestarse de las siguientes maneras:

Forma diarreica o clásica: Es la forma más frecuente de presentarse esta enfermedad y se caracteriza por la presencia de cuatro o seis deposiciones pastosas o acuosas al día, que se acompañan de sangre y pus en ocasiones. Suele aparecer dolor abdominal agudo, sobre todo en el lado derecho, junto con fiebre poco elevada. Estos episodios son autolimitados pero tienden a reaparecer con el paso de los años cada vez con mayor frecuencia e intensidad.

Forma aguda oclusiva: En ocasiones se diagnostica la enfermedad al observarse un cuadro obstructivo intestinal secundario a la inflamación crónica que produce esta patología. Se acompaña de dolor abdominal inespecífico, náuseas, vómitos y dificultad para la emisión de heces y gases.

Forma aguda apendicular: Se trata de una forma de presentación que simula un cuadro de apendicitis aguda que, en la mayoría de los casos, obliga a la intervención quirúrgica. Los síntomas son similares a ésta, es decir, dolor en la fosa ilíaca derecha, fiebre, náuseas y anorexia.

Otras formas de presentación: Con menos frecuencia la enfermedad puede ser detectada de manera casual al percibir una masa alargada dolorosa en el abdomen junto con síntomas inespecíficos o, en otras ocasiones, a través de las complicaciones típicas de la enfermedad (abscesos o fístulas) que veremos a continuación.

Algunos de los síntomas acompañantes a esta enfermedad, cualquiera que sea su forma de presentación, son la anemia, tanto por la pérdida de sangre a través de las heces como por la dificultad para la absorción de vitamina B12 y ácido fólico, y la pérdida de peso, sobre todo en las fases avanzadas de la enfermedad, secundaria a la mala absorción de proteínas en el intestino.

Otras complicaciones pueden ser el retraso del crecimiento y la maduración sexual en los niños, el mayor riesgo de infecciones y la aparición de enfermedad tromboembólica.

A nivel local, la enfermedad de Crohn puede acompañarse de complicaciones debidas, al carácter agresivo de la misma sobre toda la pared intestinal y no sólo de la mucosa interna. Las principales son:

Patología perianal: La fisura anal es la complicación más frecuente, pudiendo ser única o múltiple aunque menos dolorosa que las fisuras normales. Las fístulas del ano suelen ser profundas y múltiples, con salida hacia la región del periné. Estas manifestaciones, así como la presencia de úlceras anales, son a veces el primer síntoma de la enfermedad y pueden preceder a otros síntomas de la misma con muchos años de antelación.

Estenosis intestinales: Consiste en la oclusión parcial o total del tracto intestinal, bien de forma aguda y como forma de presentación o bien de forma crónica y lenta. Obliga en la mayoría de los casos a diferenciarla de procesos tumorales oclusivos.

Fístulas internas y abscesos: La formación de conductos internos o fístulas entre las asas intestinales son propias y características de esta enfermedad. Se manifiestan en forma de dolor abdominal, malestar general y aparición de abscesos en la periferia de las mismas. En ocasiones pueden formarse fístulas hacia la piel abdominal, la vagina y la vejiga urinaria.

Perforación aguda: La rotura de la pared intestinal puede provocar un cuadro agudo y grave por salida del contenido hacia el peritoneo que envuelve el tracto digestivo; es más frecuente en las formas agudas apendiculares.

Cáncer de colon: Los individuos con esta enfermedad tienen un riesgo de tres a cinco veces superior al de la población general de padecer este tipo de tumores, especialmente en las formas que cursan con oclusión intestinal, las de larga evolución y las de inicio en la infancia o adolescencia.

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Infusiones medicinales

Infusión para la enfermedad de crohn #1: Mezclar, a partes iguales, reina de los prados, regaliz y manzanilla y luego extraer 1 cucharada de esta preparación. Verter en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Colar y tomar 2 veces al día.

Infusión para la enfermedad de crohn #2: Mezclar, a partes iguales, milenrama, ortiga y flores de caléndula. Extrer 1 cucharada y colocar en una taza que contenga agua que esté hirviendo. Cubrir y dejar refrescar. Colar y tomar 2 veces al día.

Infusión para la enfermedad de crohn #3: Mezclar, a partes iguales, lavanda, ortiga y diente de léon y extraer 1 cucharada. Colocar en una taza de agua hirviente y cubrir. Dejar refrescar y filtrar. Tomar 3 veces al día.

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Recomendaciones

Aunque el tratamiento dietético no modifica el curso de la enfermedad, el control en la alimentación puede preservar un buen estado nutricional y evitar la aparición de diarrea.

En general se recomienda la dieta exenta de residuos y de lácteos, por la mayor incidencia de intolerancia a los mismos en este grupo de población. En los brotes graves es necesario el reposo intestinal absoluto, es decir, la dieta absoluta y la alimentación por vía intravenosa.

Los enfermos de Crohn deben ser cautos con el empleo de ciertos fármacos que puedan ser agresivos con la mucosa intestinal o puedan provocar diarrea; en general es preferible evitar cualquier medicamento que no sea estrictamente necesario.

El tabaco es reconocido como un factor de riesgo independiente para padecer esta enfermedad y para aumentar la frecuencia de los brotes.

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