Infusionesmedicinales.com

La disminución del peso corporal es la consecuencia de una falta de equilibrio en el metabolismo.

Cuando la delgadez no es simplemente consecuencia de una alimentación insuficiente, puede ser un síntoma de enfermedades no detectadas: diarrea, enfermedades infecciosas agudas y crónicas (tifus, tuberculosis, malaria, etc.), enfermedades de las glándulas hormonales, tumores malignos, enfermedades de los órganos hemopoyéticos y del sistema nervioso central.

En estos casos el enflaquecimiento está acompañado por la incapacidad de realizar esfuerzos.

No obstante existe una delgadez constitucional, que no es una enfermedad sino generalmente una peculiaridad condicionada por la herencia. Las personas afectadas pueden comer lo que quieran y no engordan: siguen estando delgadas. Ello no afecta a su capacidad de rendimiento ni a su apetito.
La anorexia es un cuadro cada vez más frecuente en chicas jóvenes. En estos casos la alimentación se reduce por trastornos psíquicos.

La falta de apetito de estas chicas se debe al nerviosismo, que sólo se puede curar eliminando la causa psíquica. Si la anorexia no se trata puede llevar incluso a la muerte. Ácoro Los trastornos metabólicos son a menudo los causantes de una delgadez llamativa, a pesar de una alimentación nutritiva y abundante. En estos casos los poderes curativos del ácoro pueden suponer un remedio.

Se deja en remojo durante doce horas una cucharadilla de raíz de ácoro en una taza con agua fría. Pasado este tiempo se calienta y se toma a sorbos antes y después de cada comida. En total, el contenido de la taza debe repartirse en seis sorbos a lo largo del día. No se puede beber más de una taza diaria. Lo más práctico es guardarlo en un termo previamente calentado.

Baño de cuerpo entero de ácoro Además de la taza diaria de raíz de ácoro, es conveniente tomar ocasionalmente baños de cuerpo entero de la misma hierba.

Durante doce horas se dejan en remojo 200 gr de raíces de ácoro en cinco litros de agua fría. A continuación se calienta, se cuela y se añade al agua de baño. Dentro de la bañera, el corazón tiene que quedar fuera del agua. La duración del baño es de 20 minutos, pasados los cuales no debe secarse, sino sudar en la cama envuelta en un albornoz.