Infusiones para la fiebre
La temperatura corporal de una persona sana fluctúa entre 36,1 y 37,8 °C, con una media de 37 °C. El cuerpo mantiene la estabilidad dentro de este rango equilibrando la producción de calor por parte del metabolismo con la pérdida de calor al ambiente.
El termostato que controla este proceso está localizado en el hipotálamo, una pequeña estructura situada profundamente en el cerebro.
El sistema nervioso recibe constantemente información sobre la temperatura del cuerpo y la transmite al termostato.
A su vez, éste activa diferentes respuestas físicas dirigidas a enfriar o calentar el cuerpo dependiendo de las circunstancias. Estas respuestas son:
• Disminución o aumento del flujo de sangre desde el corazón, donde se calienta, hacia la superficie, donde se enfría.
• Disminución o aceleración de la tasa de conversión de los alimentos en energía (tasa metabólica).
•Inducción de temblores que generan calpr.a partir de la contracción muscular.
• Inducción de sudoración, que enfría el cuerpo a través de la evaporación.
La fiebre se produce cuando el termostato del organismo se sitúa a una temperatura superior, lo que ocurre principalmente en respuesta a una infección. Para alcanzar una temperatura más alta, el organismo traslada sangre del interior, más caliente, a la superficie, aumenta la tasa metabólica e induce el temblor.
Los escalofríos que suelen acompañar a la fiebre están causados por el movimiento de la sangre hacia el centro del corazón, lo que da lugar a que la superficie de las extremidades esté fría.
Una vez que el organismo alcanza una temperatura más alta, los escalofríos y los temblores se detienen. Cuando la infección ha sido superada o se administran medicamentos, como ácido acetilsalicílico o paracetamol, el termostato vuelve a la normalidad. Cuando esto ocurre, el mecanismo de enfriamiento del cuerpo se pone en marcha: la sangre se mueve hacia la superficie y aparece sudoración.
La fiebre es un componente importante de la respuesta inmunitaria, aunque su papel no está completamente aclarado. Los médicos creen que una temperatura corporal adecuada tiene diversos efectos. Algunos productos químicos del sistema inmu-nitario reaccionan con los agentes productores de fiebre y desencadenan la resituación del termostato.
Estos productos químicos del sistema inmunitario también incrementan la producción de células que luchan contra las bacterias y los virus invasores. Las temperaturas elevadas inhiben el crecimiento de algunas bacterias y aceleran las reacciones químicas que ayudan a las células del cuerpo a repararse a sí mismas. Los cambios en la circulación sanguínea pueden hacer que la frecuencia cardíaca aumente, lo que acelera la llegada de glóbulos blancos a los lugares de la infección.
Sin embargo, a pesar del papel de la fiebre coo componente de respuesta del sistema inmunológico, cuando ésta es muy alta debe ser bajada.
Infusiones para bajar la fiebre
Infusión para la fiebre #1: Hevir 1 cucharada de hojas de menta en una taza de agua por 5 minutos. Dejar reposar y tomar cada media hora hasta que la fiebre comience a bajar.
Infusión para la fiebre #2: Hervir un puñado de flor de saúco en un litro de agua por 10 minutos. Tapar y dejar refrescar. Colar y tomar a lo largo del día o hasta que se baje la fiebre.
Infusión para la fiebre #3: Verter 1 cucharada de milenrama en una taza de agua que esté hirviendo. Cubrir y dejar refrescar. Tomar cada hora.
Infusión para la fiebre #4: Verter 1 cucharada de flor de saúco y 1 de hojas de menta en medio litro de agua y hervir por 10 minutos. Tapar y dejar refrescar. Colar y tomar cada hora hasta que la fiebre baje.
Remedios para bajar la fiebre
Verter 15 gotas de aceite esencial de menta en un recipiente que contenga 1 taza de agua y empapar un paño limpio. Colocar sobre la frente.
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