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Las personas más propensas a padecer las várices son las mujeres a partir de los 55 años. Las varices se producen porque las válvulas que regulan el flujo de la sangre por las venas ya no funcionan bien. La causa es a menudo una debilidad congénita del tejido conjuntivo.

La sangre no se transporta adecuadamente, se atasca y termina por dilatar las venas. Si esto se produce a menudo, las venas dilatadas se transforman, forman sinuosidades y nodulos venosos.

El riesgo de que se produzcan varices aumenta en personas que tienen que estar de pie por motivos laborales, por ejemplo, o en mujeres fumadoras que además toman la pildora.

La afectada siente los primeros dolores a través de espasmos musculares; la sangre se extravasa, la piel adquiere un ligero color marrón y se hincha. En las varices dilatadas se puede acumular hasta un litro de sangre, que naturalmente va en detrimento del equilibrio fisiológico.

La presión sanguínea baja, y como consecuencia se producen mareos, debilidad y trastornos del corazón. Al fluir la sangre lentamente, el peligro de trombos aumenta, y también puede surgir una flebitis. En el caso del complejo de síntomas varicosos se hinchan los tobillos y el empeine; un síntoma de este edema es el hoyo que se forma a presionar con el dedo y que queda visible durante algún tiempo.

Las consecuencias pueden ser hemorragias en el tejido, así como callosidades, eccemas o úlceras en las piernas.

El mejor remedio es la prevención, y mucho mejor si empieza ya en la juventud; fumar menos, moverse mucho, realizar ejercicios de piernas y calzar zapatos ortopédicos. A continuación algunas infusiones que ayudan a aliviar las várices.

Infusiones medicinales para las várices

Infusión para las várices #1: El muérdago es una planta medicinal excelente para los trastornos del corazón, dada su acción hipotensora y cardiotónica. Se deja en remojo una cucharadita colmada de muérdago en una taza de agua fría durante 12 horas. A continuación se calienta y se cuela. La dosis aconsejable es de tres tazas diarias. Lo más práctico es llenar un termo previamente calentado con la ración del día.

Infusión para las várices #2: Se echa una cucharadita de milenrama en una taza, se añade agua hirviendo, se deja reposar medio minuto y se cuela. Se beben de dos a tres tazas al día.

Infusión para las várices #3: Hervir en 2 litros de agua hasta reducir a 1 litro 60 g de cardo mariano  y 20 g de meliloto.  Tapar y dejar en infusión durante 10 min, colar, distribuir en 6 partes a tomar en 3 días, a razón de 2 veces diarias, durante 9-12 días.  Repetir este remedio cada mes.

Infusión para las várices #4: Hervir durante 10 minutos en 1 litro de agua 40 g de milenrama y  20 g de agallas de ciprés.  Colar y verter sobre 30 g de trinitaria. Tapar y dejar en infusión durante 20 minutos, colar y repartir en 6 partes a tomar en 3 días, a razón de 2 veces diarias, durante 12 días consecutivos.  Repetir este remedio cada mes.

Infusión para las várices #5: Durante doce horas se ponen en remojo 200 gr de hojas de consuelda en cinco litros de agua fría. A continuación se calienta, se cuela y se echa en el agua del baño. El agua de la bañera tiene que cubrir los ríñones de la paciente, y la duración del baño debe ser de 20 minutos. Después del baño no debe secarse, sino meterse en la cama a sudar una hora envuelta en un albornoz.

Otros remedios naturales contra las várices

Remedio para las várices #1: El ungüento se aplica diariamente sobre las pantorhllas varicosas. En una sartén se calientan 250 gr de manteca de cerdo pura. Se agregan a la grasa caliente dos puñados de hojas, flores y tallos de agrimonia finamente troceados; se deja hervir todo una vez, se remueve bien y se retira la sartén del fuego; se tapa y se deja enfriar durante la noche. Al día siguiente se vuelve a calentar ligeramente la sartén, se pasa su contenido por un paño limpio, se exprimen las hojas, las flores y los tallos, y el ungüento resultante se introduce en recipientes herméticos. Los restos (hojas, flores y tallos que quedan en el paño) se pueden aplicar inmediatamente sobre las pantorrillas a modo de cataplasma. Se aplica diariamente una capa gruesa de este ungüento sobre las pantorrillas.

Remedio para las várices #2: Consumir ajo crudo picado en las ensaladas a diario con el fin de mejorar la circulación y en especial la venosa.

Remedio para las várices #3: El ungüento de maravilla, al igual que el de agrimonia, es un remedio rápido contra las varices. En una sartén se calientan 250 gr de manteca de cerdo pura y se agregan en la grasa caliente dos puñados de hojas, flores y tallos de maravilla. Se deja hervir todo una vez, se remueve bien y se retira la sartén del fuego. Se tapa y se deja enfriar durante la noche. Al día siguiente se vuelve a calentar ligeramente la sartén, se pasa su contenido por un paño limpio, se exprimen las hojas, las flores y los tallos, y el ungüento resultante se introduce en recipientes herméticos.

Remedio para las várices #4: Las envolturas de pantorrilla con extracto de ortiga muerta blanca o amarilla son otro de los posibles remedios contra las varices dolorosas. En un recipiente se echan tres cucharaditas colmadas de ortiga muerta, se añade medio litro de agua hirviendo y se deja reposar medio minuto. A continuación se humedecen unos paños con el extracto, y se colocan en forma de envolturas calientes alrededor de las pantorrillas.

Conoce remedios para las arañas vasculares que aparecen muchas veces con las várices

Recomendaciones

Caminar es la mejor medida preventiva y el mejor tratamiento para las várices.

Realizar ejercicios que impliquen levantar las piernas. El ejercicio mejora el drenaje linfático y el tono muscular, y aumenta el tamaño de los músculos. Los músculos más grandes y desarrollados ejercen mayor presión sobre las venas, estimulando el retorno del flujo sanguíneo al corazón. Los ejercicios de respiración profunda aumentan la circulación, facilitando el suministro de nutrientes y oxígeno a las áreas afectadas

Usar medias y calcetines de compresión, ya que contribuyen también a que las venas empujen el suministro sanguíneo hacia arriba, es decir, desde las venas hasta el corazón.

Tener cuidado con el uso de las pildoras anticonceptivas, ya que pueden llevar al desarrollo de coágulos en la sangre, los que pueden interferir con el flujo sanguíneo y ser, incluso, hasta peligrosas para la salud.  En este caso el mejor remedio es acudir al médico para que sugiera otro método de planificación.

Evitar permanecer sentada o parada en una misma posición durante periodos prolongados.

Elevar las piernas cuando las várices producen dolor, lo que brinda a menudo cierto alivio; siempre que sea posible, ponga las piernas en alto.

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