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A media mañana, a media tarde o después de una cena en una terraza de verano, una bebida fresca siempre se agradece. Por eso las infusiones frías son una buena alternativa a tener a mano en la nevera cuando te ataca la sed.

Sin embargo, no todas las infusiones pueden tomarse en frío, ya que pierden propiedades medicinales, como es el caso de la manzanilla o el hinojo.

A continuación se detallan aquéllas que sí aceptan las bajas temperaturas del frigorífico y, además refrescan:

Plantas que se utilizan para realizar infusiones refrescantes

Hibisco: Con la flor del hibisco o flor de Jamaica se elabora un delicioso refresco muy aromático, revitalizante y rico en vitamina C. También te ayuda a mantener la línea gracias a sus propiedades ligeramente laxantes. Por si fuera poco, actúa como tónico circulatorio, ayudándote a combatir la pesadez de piernas tan habitual en los meses de verano.

Menta: Destaca por ser una planta digestiva y carminativa que deshincha y calma los dolores estomacales. Muy recomendable después de una copiosa comida veraniega o para combatir el sopor que provocan las altas temperaturas.

Saúco: Su excelente sabor frutal lo hace idóneo para las tardes estivales, además de actuar como eficaz depurativo y facilitar la eliminación de toxinas a través de la orina.

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Rooíbos: En esta época es más importante que nunca recuperar el agua y los minerales perdidos por el sudor para evitar la deshidratación. El rooibos es una gran ayuda gracias al hierro, sodio y potasio que contiene. Especialmente recomendado después de practicar ejercicio físico.

Té verde con hierbabuena: Es la infusión fría por excelencia. Aparte de refrescarte, sus polifenoles constituyen un aliado contra el envejecimiento. También es un estimulante contra el agotamiento que suele agravarse con el calor.

Diente de león: Actúa como tónico estomacal y combate el estreñimiento, por eso es una ayuda para los problemas gastrointestinales típicos del calor. Con una pizca de orégano sabe mejor.

Infusiones refrescantes

Infusión refrescante #1
Ingredientes
1 1/2 cucharadita de raíz de zarzaparrilla
1/2 cucharadita de cola de caballo
1/2 cucharadita de raíz de regaliz
1/2 de litro de agua

Preparación
Se vierte una cucharadita de la mezcla por taza y se deja reposar unos 6-8 minutos. Colar y endulzar con un poco de miel o de azúcar integral. Puede tomarse una tacita por la mañana y otra después de comer.

Infusión refrescante #2
Ingredientes
15 g de hojas de avellano
1 cucharadita de bayas de enebro
1/2 litro de agua

Preparación
Hierve el agua, apaga el fuego y sumerge las hojas de avellano y las bayas de enebro. Tapa el recipiente y deja reposar durante unos minutos. Colar y endulzar.

Infusión refrescante #3
Ingredientes
1 cucharadita de menta
1 cucharadita de flores de hibisco
1 corteza de naranja
1 litro de agua

Preparación
Cuando hierva el agua, se introduce la corteza de naranja (no olvides lavarla antes con un cepillo), y se deja hervir durante unos segundos. A continuación se apaga el fuego y se añaden los demás ingredientes, que dejarás en infusión unos 20 minutos. Se filtra la infusión, se endulza con miel y se pone a refrescar. Como los sépalos del hibisco contienen gran cantidad de vitamina C y un sabor algo áspero, puedes sustituirlos por un poco zumo de limón.

Infusión refrescante #4
Ingredientes
4 cucharaditas de melisa o toronjil
2 cucharaditas de hojas de menta
2 cucharaditas de poleo
1 litro de agua

Preparación
Se deja hervir el agua, se apaga el fuego y se añaden inmediatamente los ingredientes señalados. Se deja en infusión durante tres a cinco minutos. Se filtra mediante una gasa, presionando ligeramente. Se endulza con miel, preferentemente de romero, o con azúcar de rosa.

También se puede preparar el azúcar de rosa de la siguiente manera; se machaca en un mortero un puñado de pétalos de rosa recogidos de plantas que no hayan sido tratadas con pulverizadores químicos antiparasitarios. Se mezclan con azúcar de caña en polvo, y se conserva la masa obtenida en un recipiente de cristal transparente, sin llenarlo por completo. A continuación, se deja expuesto el tarro al sol durante un mes, agitándolo cada día.

Recomendaciones

Existen alimentos que también ayudan a refrescar e hidratar.  En este sentido, se aconseja toma todos los días una ensalada ligera para comer o cenar (no la aliñes con aderezos calóricos, como la mayonesa) y 3 piezas de fruta. Otras opciones son las sopas y cremas frías como el salmorejo, el gazpacho o la vichyssoise.

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