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El tilo es un árbol, perteneciente a la famila de las Tiliáceade, de larga vida, caducifolio y que alcanza los 30 metros de altura.

Sus hojas acorazonadas tienen el borde aserrado y son verde oscuro en el haz y verde plateado en el envés. Sus perfumadas flores son amarillo verdosas y crecen reunidas en inflorescencias.
Crece de forma espontánea en zonas montañosas de clima frío y húmedo, como son los bosques de hayas, arces y serbales. En la zona mediterránea es frecuente su cultivo.

Las flores y las brácteas del tilo son las partes que se utilizan en fitoterapia. Éstas se recolectan en los períodos secos, cuando las dos terceras partes de ellas están abiertas. Se secan en un lugar bien aireado y se guardan en envases perfectamente cerrados y protegidos de la luz.

Es importante observar que el tilo vegeta espontáneamente en montes y valles umbríos de alturas. También se cultiva en jardines y parques.

En los países del centro y norte de Europa, son símbolo de la unidad familiar y, además, cumplen con una valiosa labor de protección natural contra el sol, ya que durante el verano mantienen fresco el lugar y en el invierno apenas quitarán luz.

Propiedades curativas

Destaca su contenido en mucílagos, flavonoides, aceite esencial, taninos y ácidos fenólicos.

Su uso como sedante se remonta al Renacimiento, y en la actualidad es uno de los remedios vegetales más empleados.

La tila es muy apreciada como sedante, por lo que constituye un remedio efectivo y seguro para calmar los nervios en caso de ansiedad o nerviosismo. También es de gran ayuda para conciliar un sueño natural y reparador si se sufre insomnio, con la ventaja de que a la mañana siguiente no produce somnolencia ni adicción. Al carecer de efectos secundarios es especialmente útil en niños nerviosos o con problemas a la hora de dormir.

Asimismo, por su efecto antitusivo, demulcente y antiespasmódico es eficaz, tanto en niños como en adultos, para calmar la tos en los procesos catarrales y para provocar una mayor sudoración en los estados febriles por resfriado.

Popularmente, también se utiliza como diurético y como estomacal para aliviar las molestias gástricas y indigestiones o digestiones pesadas.

Aplicada externamente, protege la piel del efecto del viento, del frío o del sol, y por su efecto emoliente está indicada para tratar eccemas e irritaciones cutáneas.

Infusiones y remedios con tilo

Infusión con tilo para el nerviosismo e insomnio:  Hervir brevemente una cucharadita  de flores secas de tilo en una taza de agua. Dejar reposar de 5 a 10 minutos y colar.  Beber caliente y tomar hasta tres infusiones al día.  Este remedio calma los nervios y, si se toma antes de acostarse, ayudará a conciliar el sueño y combatir el insomnio.

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Infusión con tilo para la tos:  Mezclar, a partes iguales, tilo, tomillo, gordolobo, pulmonaria y malva.  Extraer una cucharadita de esta mezcla y verter en una taza con agua que esté hirviendo.  Dejar reposarlo unos minutos y colar. Se puede endulzar con azúcar o miel y beber tres tazas al día.

Infusión de tilo para las heridas (uso externo)  Cortar unos trozos de las ramas jóvenes y quitar el pellejo. Machacar estas cortezas con un poco de agua hervida, hasta hacer una masa, y aplicar sobre la herida reciente. Se cambia la cura 2 o 3 veces al día. Se debe seguir con el tratamiento hasta que cicatrice la herida.

Infusión de tilo para  calmar y recuperar fuerzas, después de la larga caminata realizada durante el día  Poner en infusión unas 20 flores frescas en 150 cm3de agua, durante 10 minutos, y colar añadiéndole 1 o 2 cucharadas grandes de miel. Tomarlo antes de acostarse para dormir y otra taza antes de salir al día siguiente de peregrinación. Estas tisanas hacen calmar los nervios y, a la vez, relajan y ayudan a dormir bien.

Precauciones

Carece de toxicidad, de manera que incluso los más pequeños la pueden utilizar sin ningún problema.

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