Infusiones para la ansiedad
La ansiedad es una respuesta al estrés y, aunque muchos la confunden con el miedo, ansiedad y miedo no son exactamente lo mismo.
Mientras que la ansiedad es la forma de responder al estrés, el miedo es una respuesta a una amenaza.
La ansiedad no es necesariamente nociva ni mala para una persona, pues muchas veces constituye un verdadero estímulo, un impulso para realizar acciones que de otro modo no iniciaría y un mecanismo de protección que lo ale cuando se encuentra en situaciones que no controla.
Los síntomas Cuando una persona se siente tensa, aprensiva, incapaz de concentrarse, pensar con claridad, mantener criterios objetivos y relajarse, probablemente sufre de ansiedad.
Los síntomas físicos que acompañan a la ansiedad son las palpitaciones, la sudoración profusa, las manos frías y temblorosas y la tensión muscular. Esta tensión es causa de los dolores de cabeza o de espalda que las personas ansí sas sufren con frecuencia.
Las diferentes clases de ansiedad Hay personas que se sienten ansiosas siempre y ante cualquier si ción, manifestando excesiva tensión o preocupación por las cosas de cada día y por cualquier motivo. Estas personas pueden sufrir una ansiedad generalizada, un trastorno que merece tratamiento médico si dura más de 6 meses.
Otras se sienten ansiosas y tensas sólo ante determinados estímulos, como la sexualidad, hablar en público, etc. Si esta ansiedad llega a provocar síntomas de angustia extrema e injustificada, es posible que la persona padezca fobias.
Las fobias más conocidas son la agorafobia (ansiedad ante los espacios abiertos llenos de gente, que si es grave puede hacer que la persona no salga nunca de s casa), la claustrofobia (ansiedad ante los espacios cerrados, que puede hacer difícil algo tan sencillo como subir a un autobús o a un ascensor), la acrofobia (ansiedad ante las alturas), las fobias sociales (ansiedad provocada por la presencia de otras personas), herítrofobia (ansiedad provocada por el temor a sonrojarse), etc. Otras fobias menores son comunes en los niños (fobia a la oscuridad) o e algunos adultos (fobia a comer en público), etc.
La manifestación máxima de las fobias es el ataque de pánico que se caracteriza por una crisis de ansiedad incontrolable, desencadenada en general por situaciones percibidas como muy amenazadoras, sólo por la persona que lo padece.
A continuación se presentan varias infusiones que ayudan a calmar y controlar la ansiedad de forma natural:
Infusiones medicinales
Infusión para la ansiedad #1
Ingredientes
10 g de raíz de valeriana
20 g de flores de lúpulo
10 g de flores de hibisco
5 hojas de menta
250 mi de agua
Preparación
Para aprovechar al máximo los principios activos de estas plantas las debes dejar reposar desde la mañana hasta la noche en maceración, que la calentarás ligeramente antes de colarla. Los efectos relajantes de esta tisana son excelentes, sobre todo para los ancianos.
El principio activo de la raíz de valeriana, el isovalerianato de bornilo, es sumamente volátil, de manera que para que la valeriana surja efecto, la raíz debe ser fresca. O bien haber sido guardada en un recipiente totalmente hermético, para evitar la descomposición de sus principios activos.
Infusión para la ansiedad #2
Ingredientes
1 cucharadita de toronjil
1/2 cucharadita de orégano
1/2 cucharadita de espino albar
250 ml de agua
Preparacion
Cuando el agua rompa a hervir, se añaden las plantas, se tapa el recipiente, se apaga el fuego, y se dejan en infusión unos 5 minutos. Se filtra y se endulza. Se toma una taza bien caliente por la noche, antes de acostarse.
Es importante tapar bien el recipiente y que, antes de filtrar la infusión, aprovechemos también las gotitas condensadas debajo de la tapa, ya que el efecto sedante y antiansiedad del toronjil (o “melisa”, Melissa officinolis) se debe principalmente a los aceites esenciales, que se desprenden en seguida al entrar la planta en contacto con el agua hirviendo; de no taparse la tetera, se volatilizarían dichos principios activos.
Infusión para la ansiedad #3
Ingredientes
1 cucharadita de pasiflora ¡o pasionaria
1/2 cucharadita de flores de tilo
1 /2 cucharadita de manzanilla
250 ml de agua
Preparación
Se sumerge en el agua recién hervida los ingredientes arriba indicados, dejándolos en infusión durante unos 5 minutos. Se filtra la infusión cuidadosamente, y se endulza con un poquito de miel de azahar. Esta tisana debe beberse caliente, antes de irse a dormir.
Infusión para la ansiedad #4
Ingredientes
10 g de hojas de pasiflora
10 g de pétalos de amapola
10 g de azaha
250 ml de agua
Preparación
Se dispone la mezcla en un cazo y se hierve en el agua durante 30 segundos. Se deja reposar, tapada, 10 minutos más. Se cuela la infusión y se endulza con miel al gusto. Debe tomarse en pequeños sorbos después de cenar.
Infusión para la ansiedad #5
Ingredientes
4 hojas de salvia
250 mi de leche
Preparación
Se calienta la leche en un recipiente de acero inoxidable o bien esmaltado, y cuando hierva se añaden las hojas de salvia. Se deja hervir durante unos segundos, se apaga el fuego, y se tapa dejándolo en reposo durante 10 minutos. Se filtra la decocción y se endulza con un poco de miel. Se puede tomar 1 taza caliente, pero no hirviendo, de esta tisana, por la noche antes de acostarse.
Infusión para la ansiedad #6
Ingredientes
2 hojas de lechuga fresca
Una pizca de flores de naranjo
250 mi de agua
Preparación
Se vierte el agua hirviendo en los ingredientes señalados, se tapa el recipiente y se deja reposar durante 5 minutos. Se filtra la infusión y se endulza con miel de azahar. Se toma 1 taza bien caliente antes de cenar.
Recomendaciones
Practicar ejercicio. yoga, natación, zumba… lo que se desee. El ejercicio ayuda a liberar la tensión acumulada. Se puede trotar al iniciar el día, para lograr llegar al trabajo o a cualquier otra actividad con un mayor nivel de relajación que de costumbre. Además, al tener más tranquilidad al finalizar la jornada, será posible conciliar el sueño con facilidad.
Cuidar la alimentación Aunque no sea en todos los casos, la ansiedad se manifiesta en molestias gástricas, tales como: diarrea, estreñimiento o flatulencia. Es importante aprender a escuchar al cuerpo, mantener una alimentación balanceada, y tener conciencia de todos los alimentos que se ingieran, para saber cuáles pueden ser perjudiciales.
Tener una respiración adecuada Esta actividad, que viene adherida a la esencia de cada persona, es capaz de relajar y liberar las tensiones acumuladas. Se puede practicar cuando y donde se desee; lo importante es tomarla en serio. Una adecuada respiración puede proporcionar el estado de relajación que necesitan el cuerpo y la mente.
Tener un espacio personal Ya sea al asistir al gimnasio, ira la playa, al parque o estando a solas en la habitación, es importante establecer rutinas o actividades para el tiempo libre. Lo primordial es que lo que se haga genere tranquilidad y serenidad. Es necesario despejar la mente y tratar por un momento de alejartodo pensamiento negativo que cause estrés. Si se tiene una familia establecida, es bueno aprovechar el tiempo de calidad que pueden brindar los hijos o parejas, y así dejar de lado las preocupaciones.
No postergar en el trabajo Aunque sea incómodo quedarse media hora más en el puesto de trabajo para terminar algún informe que el jefe espera al día siguiente, si se puede realizar en ese lapso de tiempo, lo mejor es hacerlo y seguir adelante. Al día siguiente habrá mayor tranquilidad al momento de llegar, sin presión alguna, para solo revisar y afinar los detalles que sean necesarios. Esto no quiere decir que se deba extender la jornada laboral en todo momento, pero se puede hacer cuando las tareas pendientes lo ameriten.

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