Infusiones con malva para la bronquitis, dolor de garganta y hemorroides
La malva, planta de la familia de las malváceas, tiene un tallo largo, hojas que forman lóbulos redondeados y flores de cinco pétalos bien diferenciados y de color violado, malva o blanquecino.
En cuanto a sus frutos, ésstos se agrupan en rueda, formando un conjunto que parece un queso en porciones.
De la malva se usan, en la medicina natural, las hojas y las flores que contienen principios activos como el mucílago, presente en considerable cantidad, malvidina, malvina, glucosa y tanino.
Es una planta apreciada desde la antigüedad tanto por su valor terapéutico como para su consumo como verdura. Los griegos y los romanos hicieron buen uso de la malva y en la escuela pitagórica se la consideraba sagrada gracias a sus virtudes benéficas y equilibradoras.
Según Pitágoras, la malva representaba el justo equilibrio en las pasiones, o sea, la moderación. Esta relación habrá sido probablemente sugerida por la virtud fundamental de la planta, la de ser antiinflamatoria y calmar todo tipo de erupción.
Santa Hildegarda la prescribía para curar numerosas enfermedades, desde el insomnio a las cefaleas persistentes, desde los trastornos renales a las hemorragias, desde las disfunciones del aparato urinario hasta los envenenamientos.
Los médicos del Renacimiento aseguraban que quien comiese malva a diario estaba libre de enfermedad para todo el día, mientras que un refrán castellano añade: «Con un huerto y un malvar hay medicina para un hogar».
Propiedades curativas de la malva
En la actualidad se ha podido confirmar que la malva alivia todas las enfermedades inflamatorias: es emoliente y regenera prontamente los tejidos traumatizados.
Igualmente, constituye un laxante suave, especialmente añadida como un vegetal cualquiera a las sopas de verdura.
También se puede emplear para curar tos, resfriados, bronquitis, angina, disfunciones genito-urinarias, retención hídrica, inflamaciones internas y externas, y estreñimiento. En las estomatitis, colitis y enterocolitis actúa como calmante. Es también antipirética.
En uso externo, se puede emplear para calmar picores e inflamaciones de la piel y para combatir impurezas, acné, couperose y manchas oscuras provocadas por el sol y el embarazo.
La aplicación de una cataplasma muy caliente con la raíz de malva hervida proporciona un considerable alivio en los accesos de gota y de artritis, gracias a sus propiedades emolientes.
Infusiones con malva
Infusiones con malva para la tos, bronquitis y resfriados Calentar un litro de agua con 15 g de flores secas y, cuando rompa a hervir, retirar del fuego y dejar reposar 10 minutos. Tapar, colar y beber 1 taza caliente 3 veces al día.
Infusión con malva para el dolor de garganta Hervir 60 g de hojas en un litro de agua por 15 minutos, dejar atemperar y colar. Hacer gárgaras si se está sufriendo de irritación de la garganta.
Otros remedios naturales
Remedio con malva para la gota y la artritis Calentar hojas y raíces frescas de malva y extender sobre un trozo de tela, machacar y aplicar sobre la zona dolorida, renovándola cada hora.
Remedio con malva para los catarros del pecho Hervir 15 gramos de flores de malva en 1 litro de leche durante 10 minutos. Dejar refrescar y tomar a lo largo del día.
Remedio con malva para los dolores de vejiga. Hervir 1 puñado de hojas de malva en 1 litro de agua por 10 minutos. Dejar reposar y luego colar. Añadir al agua de la tina de baño y permanecer en él por 10 minutos.
Remedio con malva para las hemorroides: Efectuar baños de asiento con una decocción de las hojas y flores, dos veces al día. Calcular dos cucharadas por litro de agua y procurar que esté a temperatura ambiente.

Conoce también
Los felicito. Gran herramienta de medicina natural alternativa